Trastorno por déficit de atención e hiperactividad

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es una afección crónica que afecta a muchos de niños y a menudo continúa en la edad adulta. Incluye una combinación de problemas persistentes como dificultad para mantener la atención, hiperactividad y comportamiento impulsivo.

Los niños con TDAH también pueden tener dificultades con la baja autoestima, las relaciones difíciles y el bajo rendimiento escolar. Los síntomas a veces disminuyen con la edad, pero algunas personas nunca superan por completo sus síntomas de TDAH, aunque si pueden aprender estrategias para tener éxito en las diferentes áreas de su vida.

Causas
La causa exacta del TDAH no es clara, las investigaciones continúan; sin embargo, los factores que pueden estar involucrados incluyen la genética, el medio ambiente o problemas con el sistema nervioso central en momentos clave del desarrollo.

Factores de riesgo

  • Familiares consanguíneos (padres o hermanos) con trastorno por déficit de atención/hiperactividad u otro trastorno de salud mental.
  • Exposición a toxinas ambientales como el plomo, que se encuentra principalmente en la pintura y tuberías de edificios antiguos.
  • Consumo de drogas, de alcohol o de tabaco, por parte de la madre durante el embarazo.
  • Nacimiento prematuro del niño.

Síntomas

  • Las características principales del TDAH incluyen la falta de atención y el comportamiento hiperactivo-impulsivo.
  • Los síntomas del TDAH comienzan antes de los 12 años, y en algunos niños se nota a partir de los 3 años.
  • Estos síntomas pueden ser leves, moderados o graves, y pueden continuar hasta la edad adulta.
  • El TDAH ocurre con más frecuencia en los hombres que en las mujeres, y los comportamientos pueden ser diferentes; los niños pueden ser más hiperactivos y las niñas tienden a ser menos atentas.

Existen tres subtipos de TDAH

  1. Falta de atención
  • La mayoría de los síntomas corresponden a la falta de atención.
  • No es capaz de prestar atención minuciosa a los detalles o comete errores por descuido en los trabajos escolares.
  • Le cuesta permanecer concentrado en tareas o juegos.
  • Parece no escuchar, incluso cuando se le habla directamente.
  • Tiene dificultades para seguir instrucciones y no logra terminar las tareas o los trabajos escolares.
  • Tiene problemas para organizar tareas y actividades.
  • Evita o le disgustan las actividades que requieren un esfuerzo mental de concentración, como la tarea escolar.
  • Pierde los elementos necesarios para las tareas o las actividades, por ejemplo, juguetes, asignaciones escolares, lápices.
  • Se distrae fácilmente.
  • Se olvida de hacer algunas actividades diarias, como las tareas del hogar.

  1. Hiperactividad e impulsividad
  • La mayoría de los síntomas son la hiperactividad e impulsividad.
  • Está inquieto o da golpecitos con las manos o los pies, o se retuerce en el asiento.
  • Le cuesta permanecer sentado en el aula o en otras situaciones.
  • Está en constante movimiento.
  • Va de un lado para otro o trepa en situaciones no apropiadas.
  • Tiene problemas para jugar o realizar actividades tranquilas.
  • Habla demasiado.
  • Da respuestas apresuradas o interrumpe a quien le hace preguntas.
  • Tiene dificultades para esperar su turno.
  • Interrumpe conversaciones, juegos o actividades de otros, o se entromete en ellas.

  1. Combinado
  • Esta es una mezcla de síntomas de falta de atención y síntomas de hiperactividad/impulsividad.

Complicaciones de los niños con TDAH

  • Fracaso académico porque no pueden aprender, por el juicio de otros niños y a veces profesores.
  • Tienden a tener más accidentes.
  • Tienden a tener baja autoestima por las críticas de las personas que lo rodean.
  • Son más propensos a tener problemas para interactuar con sus compañeros y para ser aceptados por ellos.
  • Están en mayor riesgo de abuso de alcohol y drogas, y en ocasiones de otras conductas delictivas.

Afecciones coexistentes

Los niños con TDAH son más propensos que otros a tener afecciones, pero no necesariamente va a pasar.  Estas afecciones coexistentes pueden ser:

  • Trastorno de oposición desafiante. – Generalmente definido como un patrón de comportamiento negativo, desafiante y hostil hacia las figuras de autoridad.
  • Trastorno de conducta. – Marcado por un comportamiento antisocial, como robar, pelear, destruir propiedad y hacer daño a personas o animales.
  • Trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo. – Caracterizado por irritabilidad y problemas para tolerar la frustración.
  • Discapacidades de aprendizaje. – Incluidos problemas con la lectura, escritura, comprensión y comunicación.
  • Trastornos de ansiedad. – Que pueden causar preocupación y nerviosismo abrumadores, e incluyen el trastorno obsesivo compulsivo (TOC).
  • Trastornos del estado de ánimo. – Incluidos depresión y trastorno bipolar, que incluye depresión y comportamiento maníaco.
  • Tic nervioso o síndrome de Tourette. – Trastornos que involucran movimientos repetitivos o sonidos no deseados (tics) que no se pueden controlar fácilmente

Prevención

  • Durante el embarazo. – Evita cualquier cosa que pueda dañar el desarrollo del feto (no alcohol, no drogas, no cigarro ni vape).
  • Protege a tu hijo de la exposición a contaminantes y toxinas. – Incluido el humo del cigarrillo de otro y la pintura con plomo.
  • Limita el tiempo frente a las pantallas. – Aunque todavía no se ha comprobado, lo adecuado es que los niños eviten la exposición excesiva a las pantallas (televisión, videojuegos) en los primeros cinco años de vida.

Cuándo consultar al médico

Si te preocupa que tu hijo muestre signos de TDAH, lo primero que tienes que hacer es consultar con su pediatra, y probablemente te derive a un psicólogo del desarrollo y el comportamiento, o también con un psiquiatra o un neurólogo pediátrico; lo importante es que primero se realice una evaluación médica para detectar otras posibles causas de las dificultades de tu hijo.

Aunque el tratamiento no cura el TDAH, si puede ayudar mucho con los síntomas. El tratamiento comúnmente involucra medicamentos e intervenciones conductuales. El diagnóstico y tratamiento tempranos pueden hacer una gran diferencia en el resultado.