La sobreprotección infantil es desprotección

Qué es la sobreprotección infantil

Significa darle un cuidado excesivo y control constante al niño aun cuando no lo necesita en ese momento, el padre se anticipa a sus necesidades e intentan evitarle cualquier sufrimiento o dificultad, y esto sucede muchas veces por los propios temores del padre en lugar de en las necesidades reales del niño.

Este estilo de crianza impide al niño que desarrolle su autonomía, la confianza en sí mismo y las habilidades necesarias para enfrentar las dificultades de la vida diaria; todo ello generara a que pueda tener problemas de ansiedad e incapacidad para manejar la frustración.

Cómo son los padres sobreprotectores

  • Carecen de confianza en sí mismos: Son padres que proyectan su propia inseguridad en sus hijos, sobreprotegiéndolos para sentirse ellos más seguros.
  • Modelos de crianza previos: Haber crecido en un entorno sobreprotector puede llevar a que los padres repitan ese modelo de forma inconsciente, porque no conocen otra forma de criar.
  • Carga de autoexigencia: Existe una creencia errónea de que los padres deben garantizar la felicidad de sus hijos, lo que puede interpretarse como una necesidad de facilitarles el camino y evitarles cualquier frustración porque no quieren verlos sufrir, temen que se equivoquen y esto los haga sentirse o verse mal delante de otros
  • Suelen poner pocas normas: Dudan de las capacidades y competencias de sus hijos, por eso ceden a sus exigencias de manera inmediata.

Consecuencias para los niños que tienen padres sobreprotectores

  • Ambos comportamientos se retroalimentan entre ellos generándose, una interacción disfuncional que puede generar un trastorno emocional y de conducta.
  • La sobreprotección fomenta niños ansiosos, temerosos, inseguros, dependientes que piensan el mundo es peligroso.
  • Los padres asumen todas sus decisiones, son directivos con ellos, los critican por su falta de seguridad y dependencia, lo que refuerza sus sentimientos temerosos.
  • En ocasiones el resultado es que se vuelven niños engreídos, coléricos, exigentes, apáticos, flojos e impacientes; y esto genera que los padres reaccionen con colera, sean críticos, los castiguen, o se aburran del niño y lo dejan libre sin hacerle caso o sin guía.
  • Se sienten insatisfechos, tienen pocas habilidades para hacer frente a las adversidades del día a día y se frustran rápido.
  • Se convierten en adultos a los que les cuesta aceptar la realidad, exigen que la vida no les ponga dificultades. Piensan de forma irracional, y esto los lleva a tener conductas disfuncionales de victimismo, autocompasión, quejas, hostilidad y agresividad.

Diferencias entre límites y sobreprotección

  • Lo límites dan seguridad, nos guían y nos dicen cómo podemos funcionar, comportarnos y que se espera de nosotros; provienen del deseo de lo que es preferible, van acompañados de un estilo educativo flexible y responsable.
  • Cuando los limites se transmiten de manera rígida y se convierten en excesivo control, es cuando aparece la sobreprotección, interfiriendo en el desarrollo de nuestros hijos.

Las causas de la sobreprotección

  • Miedos y ansiedades de los padres, son ansiosos y temerosos cuando sus hijos empiezan a crecer.
  • Tienen pensamientos anticipatorios negativos, sus pensamientos son alarmistas por cada cosa que les podría ir mal en la vida, imaginan todos los peligros e intentan protegerlos para que crezcan sanos y felices.
  • Es un impulso natural para los padres querer proteger a sus hijos, pero este miedo puede volverse excesivo y llevar a un control constante. Los padres creen pueden traumatizar a los niños y por eso deben darles todo lo que necesitan de una manera incondicional: amor, atención, cuidados, etc.
  • Los padres que han vivido carencias o sufrimiento pueden intentar evitar que sus hijos pasen por lo mismo, cayendo en la sobreprotección.
  • La pérdida de autoridad de los padres; ellos confunden la autoridad con autoritarismo y se vuelven “amigos” de sus hijos.
  • Vivimos en un mundo en el que cada vez es más reforzada la inmediatez, ya no se esfuerzan por obtener resultados, no tiene paciencia.
  • Exigencias perfeccionistas del tipo de padre que debemos ser, para tener hijos perfectos que siempre logren todo.

Límites que nos debemos poner para no convertirnos en padres sobreprotectores

  • Es necesario trabajar el miedo y la culpa, ya que son emociones no funcionales que nos atacan sin darnos cuenta y que afectan nuestras propias habilidades, ambas no nos dejan ver con claridad.
  • Cuando sobreproteges a tu hijo, no estás haciendo lo mejor para él, la realidad es que lo hace para poder controlar tu propio miedo a hacerlo mal y que esto le genere dolor y/o continuos errores, y por ende sientas mucha culpa.
  • Si sentimos que no podemos solos, busquemos apoyo para aprender a comportarnos de una forma que nos lleve a ser padres que busquen más el dialogo, la autonomía de sus hijos y su sentido de responsabilidad; y esto solo se logra poniendo normas y limite claros, y sobre todo transmitiéndoles confianza en sí mismos.

Estos comportamientos interfieren con la capacidad de la persona para desempeñarse de una manera eficiente en el trabajo y otros contextos, haciendo difícil el manejo del estrés y los problemas diarios, así como también sus relaciones interpersonales.

Causas

Las causas exactas de los trastornos de personalidad son desconocidas; pero se cree que hay factores genéticos y ambientales que están relacionados con su desarrollo.

Clasificación

  • Trastorno de la personalidad antisocial
  • Trastorno de la personalidad por evitación
  • Trastorno límite de la personalidad
  • Trastorno de la personalidad dependiente
  • Trastorno histriónico de la personalidad
  • Trastorno narcisista de la personalidad
  • Trastorno de la personalidad obsesivo-compulsiva
  • Trastorno de la personalidad paranoica
  • Trastorno esquizoide de la personalidad
  • Trastorno de la personalidad esquizotípica

Síntomas

  • Los síntomas varían ampliamente, dependiendo del tipo de trastorno de personalidad.
  • Los trastornos de la personalidad involucran sentimientos, pensamientos y comportamientos que no se adaptan a un amplio rango de escenarios.
  • Este tipo de comportamientos suelen iniciar en la adolescencia y pueden llevar a diversos problemas en el contexto laboral y social.
  • La gravedad de estos síntomas varía de leve a severa.

Pruebas y exámenes

Los diversos trastornos de personalidad se diagnostican sobre la base de una evaluación clínica psicológica.  Para esto, el psiquiatra tomara en cuenta la duración y la gravedad de los síntomas de la persona.

Tratamiento

  • En un inicio, las personas que tienen un trastorno de personalidad no buscan tratamiento por su cuenta, porque no se dan cuenta de lo que les pasa, piensan que su comportamiento es normal.
  • Recién consideran buscar ayuda cuando su comportamiento ha causado problemas graves en sus relaciones interpersonales, en sus trabajos o centros de estudios.
  • También pueden buscar ayuda cuando están tratando con otro diagnóstico psiquiátrico, como un trastorno del estado anímico o adicciones, pero aun así no son aún conscientes de que hay un trastorno de personalidad presente.
  • La psicoterapia ha mostrado evidencias de que funciona, y en algunos casos, los medicamentos también son útiles, se pueden complementar.

Pronóstico

Los trastornos de personalidad se consideran condiciones crónicas, por lo que el pronóstico varía; algunos trastornos de la personalidad mejoran muchísimo durante la madurez, otros solo mejoran un poco incluso con el tratamiento.